BARRIOS Y GHETTOS
Acudían a las ciudades los campesinos a vender sus excedentes (cereales, frutas, carne...), a la vez que compraban artículos de uso cotidiano elaborados por los artesanos (herramientas, cerámica, ropa...). Estos últimos, poco a poco, fueron estableciéndose allí, creando nuevos barrios de artesanos y mercaderes denominados burgos, por eso a los habitantes de estas nacientes ciudades se les llamaban burgueses.
Las ciudades medievales estaban rodeadas de altas murallas para su protección. En sus puertas se cobraban los impuestos sobre las mercancías que entraban en la ciudad. Las puertas se cerraban por la noche pero por el día permanecían abiertas.
El ambiente de las ciudades era muy insano. Pocas calles estaban empedradas, por lo que se caminaba entre el barro. Las ciudades carecían de alcantarillas y los desperdicios de las casas se arrojaban directamente a las calles. Por ellas correteaban también los animales domésticos (gallinas, cerdos, etc.) que poseían algunos habitantes. Por todo esto, las enfermedades eran frecuentes. Como muchas viviendas eran de madera se producían numerosos incendios.
La idea de establecer ghettos fue planteada en diversas ocasiones, por ejemplo en 1938 por Göring, pero no fue aceptada. En septiembre de 1939, Heydrich ordenó a los Einsatzgruppen la disolución de las comunidades con menos de 500 miembros y la concentración de los judíos en barrios especiales en el interior de las ciudades. El primer ghetto se estableció en abril de 1940 en la ciudad industrial de Lodz; el segundo en Varsovia, en noviembre de ese mismo año.
En 1941 se habían establecido ghettos en todo el territorio polaco que servían como centros de concentración para los esfuerzos de expulsión. Posteriormente, a partir de la decisión de llevar a cabo la Solución Final, en marzo de 1941, y más aceleradamente desde la primavera de 1942, se convirtieron en centros de deportación para los centros de exterminio.
El establecimiento de ghettos no significó, inicialmente, la decisión de aniquilar a los judíos, aunque un paso esencial en este plan era la aceleración de la ruina económica, social y política de la población judía, deteriorando al máximo las condiciones de vida en el ghetto. Al principio hubo dos tipos de ghetto: los abiertos, considerados áreas restringidas a los judíos, y los cerrados, como en el caso de Varsovia, rodeados de murallas.
Durante un tiempo, los alemanes, por razones económicas, concedieron permisos de salida y entrada para ir a trabajar, aunque posteriormente se eliminó esta posibilidad y se ordenó la pena de muerte a todos los judíos que fuesen encontrados fuera del ghetto. Esta situación acrecentó el hambre y multiplicó la situación de epidemias.
B16 JEREMÍAS Y B14 GEDEÓN
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