A partir de los siglos XIV y
XV, los reyes europeos iniciaron el proceso de formación del Estado moderno, al
comenzar a concentrar y centralizar el dominio sobre sus tierras. Aprovechando
la crisis que enfrentaban los señoríos tras las guerras, hicieron pactos con
los señores feudales para recibir sus tierras a cambio de algún privilegio, o
si no debieron reconquistarlas a través de guerras sangrientas. Los reyes
fueron "ayudados" en este proceso por los burgueses que deseaban
desprenderse de los señores feudales, ya que se veían perjudicados por la
condición de vasallos de éstos y la economía feudal. Para asegurar el gobierno, el respeto de los derechos y cumplimiento de estos.
Sin embargo,
hay ideas que consideran que el surgimiento del Estado moderno no significó una
ruptura total con las estructuras políticas medievales
La mayoría de los Estados
modernos se desarrollaron según el proceso enunciado, pero algunos se vieron
afectados por las locales, que
dificultaron su formación al ver su constante pérdida de poder. En estos casos
el Estado resultante se vio mal o poco estructurado, tornándose débil en
relación a los que lograron constituirse más satisfactoriamente. En aquellos
donde el proceso se desarrolló con menos problemas, el rey se convirtió en la
máxima autoridad y se crearon instituciones políticas, económicas y militares
C16 Ana
C17 Dina