Crecimiento de las ciudades

A finales de siglo XI, las invasiones de los normandos finalizaron, dejando a Europa libre de los ataques. Gracias a los pactos de los señores feudales consiguieron mayor seguridad y disminuir las guerras. Por esa razón recuperaron la circulación de personas y las mercancías de Europa occidental.

A partir del siglo XI, la producción agrícola comenzó a elevarse, por una parte, al calentamiento del clima, y a una menor humedad que propició las actividades agrícolas. Y por otra, a la introducción de técnicas. Estos métodos fueron:

                Métodos en el cultivo: uso del estiércol como abono, para la mayor rapidez de fertilidad. La rotación trienal, sustituyendo a la bienal, en la que se debía dejar siempre una parta de la tierra en barbecho, pero a su vez había dos tipos de cultivo.

                Instrumentos agrícolas: el arado de vertedera, permitía realizar surcos con una mayor profundidad y aumentaba la fertilidad. Además del uso de collar en animales de tiro, facilitando su arrastre.  Para ello se incorporó el caballo, el cual araba mejor la tierra y daba mayor productividad.

                Molino de viento y de agua: su utilización se daba para facilitar la tarea de moler grano. Esto se debía a la energía eólica.

Gracias a todas estas innovaciones los campesinos consiguieron aumentar la producción, generando un excedente, el cual podía vender. Además la alimentación mejoró y las hambrunas y las enfermedades disminuyeron, con este cambio hubo un gran crecimiento de población, fue alrededor de 35 millones más, durante dos  años. Esto dio lugar a la búsqueda de tierras desalojadas, para su cultivo, y por ellos se produjo la roturación de otras nuevas. Muchos de los territorios boscosos, pantanos o zonas cercanas al mar se utilizaron para el cultivo. Para ello era necesario un constante cuidado y una atención en las tierras. Todas estas roturaciones cambiaron por completo los paisajes de Europa Occidental.

Las abadías y los castillos, se convirtieron en centros de intercambio, los cuales atraían a comerciantes y artesanos.  También surgieron nuevos barrios, que fueron creciendo hasta llegar a ser ciudades. Se dio la apertura del comercio con el Mediterráneo oriental, siendo originario a través de las cruzadas cristianas. 

B13 Miriam y B20 Judit