martes, 14 de febrero de 2017

Moisés Maimónides

Moisés Maimónides, también conocido como Rabí Mosheh ben Maimon, nació  el 30 de marzo de 1135 en Córdoba. Era de una distinguida familia, por parte paterna eran muy estudiosos y por ello aspiraron a ser jueces rabínicos y dirigentes comunitarios. Por parte materna, eran gente que humilde, su madre falleció al darle luz, y su padre buscó la compañía de otra mujer casándose con ella.

Este fue muy inteligente, ya que desde pequeño su vocación eran los estudios bíblicos y talmúdicos. Los realizó en Córdoba, pero en 1148, se dirigieron hacia esta una gran tropa de almohades, que hizo que él y su familia debieran aparentar ser musulmanes, esto hizo que tuviesen que desplazarse continuamente de residencia. Transcurridos muchos cambios de hogar, al final logró asentarse en la ciudad egipcia de Alejandría, conviviendo con su familia. Allí se ganó su vida realizando medicina en la corte del visir Salandino y más tarde en la del visir al-Fadl, el hijo mayor del anterior. Con esa profesión consiguió tener una gran fama y admiración popular. Más tarde en 1177 fue designado a dirigente de la comunidad judía de Egipto.

Durante ese periodo sufrió constantes persecuciones tanto por parte de los musulmanes denunciado como apóstata del islamismo, como por parte de los judíos que recelaban de su tendencia racionalista.
Su muerte dio lugar en Fustat el 13 de diciembre de 1204. Posteriormente su tumba fue llevada a Tiberíades, en el actual Israel.

Siendo médico se le conoce como el que dejó una huella en la medicina, atribuyéndole el hecho de hacer milagros, dando lugar a una elevación de nivel a santo, rabino y sabio juez. Realizó una gran número de tratados en los que se daban los venenos y enfermedades y a su vez los antídotos descubiertos y patentados para estos.

En su juventud escribió algunas poesías religiosas y una epístola en árabe. Estas obras le otorgaron fama, además de un gran número de discípulos. También es autor de obras filosóficas en el pensamiento medieval, escritas durante sus últimos años de vida. En ellas establece una conciliación entre la fe y la razón para aquellos no la supiesen valorar o comprender adecuadamente.


B13 Miriam y B20 Judit

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