La necesidad de obtener conocimiento potenció el desarrollo de
escuelas.
Pero el deseo de
profesores y estudiantes de enseñar y de aprender, sin el control de nadie,
para eso formaron corporaciones independientes de profesores y estudiantes a
las cuales llamaron Universidades, pero
también había universidades bajo la protección de los monarcas o de la iglesia.
En las
universidades se enseñaban los llamados saberes clásicos: el trivium y el
quadrivium ,
además se
desarrollaron los estudios de medicina, derecho, arte, poética y teología.
Los estudios
universitarios eran largos y caros.
Los estudiantes
llegaban a las universidades habitualmente con catorce años o poco más, tras
haber iniciado los estudios más rudimentarios con maestros que les enseñaban a
leer y escribir y un nivel suficiente de lengua latina.
Los primeros años de su vida universitaria se dedicaban a los estudios de saberes
clásicos, que comprendían el "trivium" y el "Quadrivium".
Cuando se consideraban preparados para superar los exámenes correspondientes
(consistentes en la lectura y repetición memorística comentada de un
texto y su disputatio respondiendo a preguntas que procuraban
averiguar si el aspirante lo había comprendido), alcanzaban el título de bachiller,
lo que solía ocurrir en un plazo de unos seis años. Era muy habitual abandonar
los estudios sin obtener ningún título, y sólo una minoría continuaba con el
estudio de las Artes a un nivel superior o con carreras más
especializadas: Medicina, Derecho o Teología. Muchas veces los estudiantes
graduados en derecho podían llegar a ejercer cargos gubernamentales en sus
ciudades natales, como fue el caso de muchas universidades italianas.
El título de doctor exigía estudios aún más prolongados, y era
habitual que los que se presentaban a tal examen llevaran varias décadas de
vida universitaria el de Artes, más breve, se solía obtener en cuatro o seis años,
el de Medicina en diez, el de Derecho en doce o trece, y el de Teología en unos
quince. El examen de doctorado, con la misma estructura que los de otros
grados, consistía la defensa ante un tribunal de doctores de una tesis cuya originalidad no era el valor más prioritario. Las
costosas fiestas y regalos a los que el doctorando estaba obligado actuaban
como una barrera para dificultar el acceso al grado superior de la vida
universitaria.
B15 Elisabeth y B24 Rahab
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