Pobres y excluidos

Los pobres formaban la mayor parte de la población. Los factores que contribuían al desarrollo de la pobreza eran varios como los cambios climáticos que empeoraron las cosechas y trajo la hambruna.  Las epidemias y la nula capacidad para enfrentarlas también afectó al desarrollo de la pobreza. Al ver esto, la caridad se convirtió en la fuente principal de protección de los pobres. Varios monjes y obispos dieron los primeros ejemplos de penuria material. En las ciudades fueron práctica común las homilías que comentaban pasajes evangélicos. En la época merovingia fue común que el pobre pidiera el patronato de un poderoso.  

Los Concilios tendieron a normar la existencia del pobre, dándoles ayuda y protección. Algunos concilios no se ocuparon de los pobres prohibiendo a algunos obispos rodearse de perros a fin de no impedir que los pobres se les acercaran en busca de ayuda, pero el concilio de Aquisgrán, se encargó de definir al pobre carolingio como "un hombre libre que poseía y transmitía algunos bienes, sometido a cargas y dependencias multiformes". Oriente y Occidente mostraron solidaridad a los pobres por medio de la práctica caritativa. La caridad se materializó a través de la limosna siendo  un deber fundamental. 

Los hospitales medievales también ayudaron a los pobres dándoles amparó Un rasgo más de la pobreza fue el frecuente abandono de niños. 

En la sociedad medieval existía un conjunto de minorías excluidas de cualquier tipo de relación social como los: los herejes, los judíos, hechiceros, ect. Estos excluidos fueron perseguidos por el poder de la iglesia. En el siglo XII y XIII se estableció la  Inquisición en la cual la herejía se tomaba como “un crimen contra la iglesia y el bien común de la sociedad cristiana”. Al igual que  se perseguía a los herejes, comenzó a perseguirse a los judíos ya que en el siglo IV el Concilio de Letrán obligó a los judíos a llevar una insignia distintiva, la rueda. Por último los enfermos eran vistos como malditos de Dios, y al mismo tiempo, malditos de los hombres. 

Los ladrones, bandidos, vagabundos, criminales, suicidas, herejes y prostitutas eran excluidos o destinados a la exclusión. También se les consideraban excluidos a las personas que se dedican a oficios deshonestos, los enfermos tullidos, impedidos y leprosos, los cuales estaban apartados totalmente de la sociedad. Los esclavos era un grupo realmente fuera de la sociedad y eran considerados una propiedad, un objeto que no tiene ningún tipo de derechos. Los que cometían pecados eran causantes de marginalidades, como la avaricia, por lo que mercaderes y hombres de leyes también fueron un poco marginados. También eran mal vistos los juglares pero se justificaban con el hecho de que canten canciones para bien. 

B19 ESTER B09 DALILA