POBREZA: En la Edad Media europea la gran mayoría de la gente vivía en lo que actualmente entendemos como pobreza extrema: apenas con los mínimos recursos para sobrevivir y con la muerte como una realidad cotidiana. En el siglo X un cuarto de los niños moría antes de los cinco años y otro cuarto antes de la pubertad.
La vida de los campesinos, es decir de la mayoría de la población europea, era sumamente austera. Los hombres vestían un faldón, una especie de chaleco forrado de conejo (que para los más ricos era de gato), y un sombrero de tela. Las mujeres vestían dos túnicas superpuestas y un manto. Para trabajar usaban muy pocas herramientas de hierro, pues la gran mayoría de sus utensilios eran de madera. Los campesinos escarbaban la tierra con arados provistos de una reja de madera endurecida al fuego. El rendimiento de la tierra era muy bajo.
La vida de los campesinos, es decir de la mayoría de la población europea, era sumamente austera. Los hombres vestían un faldón, una especie de chaleco forrado de conejo (que para los más ricos era de gato), y un sombrero de tela. Las mujeres vestían dos túnicas superpuestas y un manto. Para trabajar usaban muy pocas herramientas de hierro, pues la gran mayoría de sus utensilios eran de madera. Los campesinos escarbaban la tierra con arados provistos de una reja de madera endurecida al fuego. El rendimiento de la tierra era muy bajo.
La comida era escasa: algunas hierbas, granos y caza pequeña, y una hogaza de pan que se atesoraba. Los trabajadores estaban aplastados por el peso enorme de un pequeño sector de explotadores —guerreros y eclesiásticos que se quedaban con casi toda la producción agrícola. El pueblo vivía temiendo el mañana. La posibilidad de sufrir hambrunas era común, debido a una mala cosecha, que a veces se acumulaban e implicaban dos o tres años de mal comer. Los pobres de la Edad Media temían sobre todo al hambre. Este miedo permanente está en la raíz de la sacralización del pan, de ahí que la súplica al Dios cristiano rece: “Danos el pan de cada día.
EXCLUIDOS:
Los excluidos: Ladrones, bandidos, vagabundos, criminales, suicidas, herejes y prostitutas. Decían que a partir del siglo XIII se trataba a las prostitutas con más respeto ya que eran un mal necesario; y que si querrían mantener su oficio tenían que actuar sin mentiras y entregar una parte de sus ganancias a los pobres.
Los despreciados: Estos se dedicaban a los oficios deshonestos, los enfermos, los pobres, los niños, los viejos y bastardos. Los cocineros como provocaban la gula de otras personas pues se les marginaba. Las tabernas y taberneros a causa de otro pecado igual.
Los marginados propiamente dichos: los pobres, los mendigos, los locos y los vagabundos.
Los marginados imaginarios: Seres maravillosos con relaciones negativas como los ogros, los duendes, los monstruos, los gigantes, los hombres lobo, los vampiros y los dragones.

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