En la primera cruzada se iniciaron una serie de persecuciones judías.
Los franceses y alemanes, de las clases bajas como los campesinos fueron los
cuales estuvieron contra las comunidades judías que se asentaban en Europa. En
algunas partes los judíos eran percibidos como enemigos equivalentes a los
musulmanes. Antes, no había ocurrido un evento de estas características que
involucrara a cristianos contra judíos desde las expulsiones y conversiones
obligadas de judíos del siglo VII. Solamente se habían producido algunas
persecuciones de carácter regional. Se había dado el caso de movimientos contra
los judíos, como las conversiones forzosas, las cuales habían sido frenadas por
los obispos católicos. Muchos de los judíos se dispersaron en dirección este,
buscando una escapatoria de tal persecución.
En esa época, la falta de empatía cristiana contra los judíos llegó a su
punto más elevado cuando miles de miembros franceses de la Cruzada de los
pobres llegaron a la zona del Rin casi sin ningún tipo de provisiones. Para conseguirlas,
comenzaron a robar los bienes y propiedades de los judíos, y al mismo tiempo
intentaban forzar la conversión de estos al cristianismo. Algunos de los judíos
que no llegaron a tomar y realizar las anteriores medidas, utilizaron el
sistema de la extorsión. En este se escribía una carta que era portada por los judíos de Francia, estas se dirigían a la comunidad de Tréveris. La carta les exhortaba a entregar las provisiones que se necesitasen.
En algunas ocasiones los judíos sobrevivían ya que eran objetos de
bautismos en masa, en donde una multitud rodeó a la comunidad judía, les forzó
a entrar en el Danubio para llevar a cabo un bautismo en masa. Ya transcurrida
la partida de los cruzados, los judíos pudieron volver a retomar sus prácticas
del judaísmo.
Ante muchos de los ataque, se dice que los judíos se dirigían a las sinagogas
para su hora de muerte, ya que los cruzados habían atravesado la muralla. Tras
el asedio, los judíos que fueron capturados, junto con los cristianos que eran
habitantes, fueron encargados de la limpieza de la ciudad después de haber sido
destrozada. Muchos de los judíos murieron por el camino y otros tantos
sobreviviendo como podían y pidiendo su rescate. Los que consiguieron el rescate fueron algunos años después
liberados, y los demás debían elegir entre convertirse al cristianismo o ser
asesinados.
B13 Miriam y B20 Judit
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.