En los inicios del siglo XI un
clan seminómada turco, se había trasladado desde el noroeste de Persia hacia el
oeste. Sustituyeron a los selyúcidas en una batalla contra el Imperio mongol
siendo decisivos para la victoria turca. El sultán Kaikubad I, como recompensa,
le entregó a su líder Ertoğrül una pequeña área montañosa en el noroeste del
imperio. Ha si nació el Imperio Otomano.
Los otomanos impusieron su poder
conquistando los débiles territorios que quedaban del imperio romano. El
imperio ganó más importancia al ayudar por segunda vez al Imperio Otomano
cuando el regente bizantino y clérigo Cantacuceno pidió auxilio, cuando el reino
de Serbia atacó Salónica en 1349. Cantacuceno
volvió a forjar una tercera alianza con los turcos para que le ayudaran en una
guerra civil. Este les prometió la
posesión de una fortaleza del lado europeo del estrecho de los Dardanelos. Poco
después exigió la devolución de lo que les había entregado y estos se volvieron
en contra de Constantinopla.
Durante el gobierno de Juan V Paleólogo
procuró mantener alejados a los turcos pagando tributos anuales para
mantenerlos lejos de los territorios bizantinos. Pero la cosa se agravó cuando
el rey murió y accedió al poder Manuel II Paleólogo, en desacuerdo con el sultán
otomano Beyazid I. Primero exigió un distrito de mercaderes turcos en la ciudad,
el monarca se negó y el otro cercó la ciudad por tierra. Más tarde, siete meses
concretamente, fue permitido. El sultán convocó una asamblea para demostrar a
los reyes cristianos que iba a hacer si se oponían a su poder. Manuel II Paleólogo
denegó el ofrecimiento creyendo que iba a ser asesinado. Esto provocó que enviara
de nuevo a un ejército que saqueo a las aldeas adyacentes de la ciudad y sin
dejar a nadie vivo.
En los siguientes veinte años
Constantinopla se quedó libre de la amenaza otomana. Definitivamente empezaron
el ataque final para conquistar la urbe el 7 de abril de 1453. Primero sitiaron
la ciudad. Bombardeaban diariamente en dos frentes y contaron con numerosos asaltos. El 29 de mayo
de ese año el sultán que estaba al mando del imperio, Mehmed I, lanzó el ataque
final acabando con la larga guerra. Entró en la ciudad y convirtió Santa Sofía
en mezquitas y durante tres días, tal y como lo prometió, se produjeron saqueos,
torturas, violaciones y asesinatos. Pasó a ser capital del Imperio Otomano y
Mehmed I se declaró emperador romano.
B13 Miriam y B20 Judit
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