Funerales judíos

Al fallecer una persona, los judíos realizan varios rituales para honrar al difunto ya que los judíos tienen un gran respeto por la muerte. El ritual judío se remonta en la época de Jacob, cuando antes de fallecer reunió a todos sus hijos para vendecirlos uno a uno y pedir que al fallecer transportasen su cuerpo a Egipto. Todos los judíos entierran a sus difuntos en Israel ya que los cuerpos que han sido enterrados allí serán perdonados de sus pecados. 

Al enterrar un difunto se le sitúa cerca de otros familiares ya fallecidos. En los cementerios judíos los hombres son enterrados separados de las mujeres. El cadáver debe de estar tapado por una sábana blanca y tiene que estar acompañado en todo momento hasta que se entierre, los padres deben situarse en el lateral izquierdo del difunto. En el entierro, los familiares directos se desgarran una prenda (kria) como forma de expresar su dolor. Dicha vestimenta se sigue usando durante semanas.En la tumba no se suelen dejar flores sino una vela recordando que el alma es la Luz del Señor. 

El entierro suele durar poco tiempo ya que se debe enterrar el mismo día del fallecimiento. Antes de enterrar el cuerpo debe ser lavado y purificado y se envuelve en un sudario blanco que  representa la igualdad de los judíos que hay entre los seres humanos en el momento existente de la muerte. 

A continuación se celebra una ceremonia dónde el rabino pronuncia unas reflexiones sobre la muerte y la persona fallecida. Después se realiza la Shivá que continúa la prohibición de rasurarse, vistiendo las ropas rasgadas  relacionándose con la gente que expresa su dolor.

Tras el entierro está prohibido participar de fiestas, tanto públicas como privadas, durante los 12 meses posteriores. Pero treinta días posteriores al entierro el familiar ya debe salir de casa e ir integrándose otra vez en su sociedad, pero sin llegar a hacer una vida normal. Acaba al final de este periodo la prohibición de rasurarse.

 B19 ESTER