Una catedral es un templo cristiano, donde tiene sede o cátedra el obispo, siendo así la iglesia principal de cada diócesis o Iglesia particular. La sede o cátedra episcopal es el lugar desde donde cada obispo preside la comunidad cristiana, enseñando la vida de fe y la doctrina de la Iglesia.
Origen de las catedrales
La fe cristiana, inspiró una de las creaciones artística más elevada de la civilización universal:
las catedrales, la verdadera gloria del medievo cristiano.
Historia de las catedrales
Las catedrales surgieron como una nueva construcción, o como evolución de
una primigenia iglesia monacal elevada al estatus de sede del obispo.
Las actividades misioneras, el poder
eclesiástico y las cuestiones demográficas son las que han ido determinando qué
iglesias merecían y merecen el título de catedral, al mismo tiempo que surgían,
se fusionaban o suprimían las diferentes diócesis.
En un principio, la iglesia sede del obispo y cabeza de las demás iglesias
de la diócesis no tuvo una tipología especial. Durante los primeros siglos del
Cristianismo y de la edad media (siglos IV al XI) las
catedrales no se diferenciaban demasiado de otros centros de culto, como las
iglesias monacales o los templos dedicados a los mártires.
A partir del siglo XI cuando la catedral
va adquiriendo una configuración y unas dimensiones que la diferencian de los
demás templos. Esto tuvo su momento álgido durante los siglos XIII, XIV, XV y
parte del XVI, coincidiendo con el surgimiento del arte Gótico.
Tipos de Catedrales
Románica:
- solidez de los muros
- lineas simples y esenciales
- escultura con finalidad pedagógica
- pórticos muy común que represente a Cristo como juez
- Impulso vertical
- vidriaras policromadas
- bóvedas ojivales
- pilares robustos
- la escultura gótica es como una biblia de piedra
B15 Elisabeth y B24 Rahab
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