jueves, 30 de marzo de 2017

Bodas Judías

La visión judía del casamiento es que la pareja no sólo se une bajo la Jupá. La pareja comparte una misma alma que, se divide en dos y al casarse vuelve a reunirse. Los dos son partes incompletas de una unidad hasta el momento de reencontrarse en matrimonio.

La institución del matrimonio es una idea divina que sirve para más que simplemente formalizar una relación. Es un proceso por medio del cual dos partes de la misma alma logran fusionar y completarse.
La boda judía representa también el casamiento entre dos y el pueblo judío lo celebra en el Sinaí, por medio de la entrega de la Torá. 

El rabino es el oficiante de la ceremonia, quien pronuncia 7 bendiciones para luego bendecir una copa de vino de la cual beberá la pareja y él mismo. Después, los novios intercambian anillos y se recita la ketuvá, un documento matrimonial o especie de contrato en donde se especifican las obligaciones del esposo hacia la esposa.

LAS 7 BENDICIONES:
  1. Bendito eres Tú, D-os, nuestro D-os, Rey del universo que crea el fruto de la vid.
  2. Bendito eres Tú, D-os, nuestro D-os, Rey del universo, que ha creado todas las cosas por Su gloria.
  3. Bendito eres Tú, D-os, nuestro D-os, Rey del universo, Creador del hombre.
  4. Bendito eres Tú, D-os, nuestro D-os, Rey del universo, que creó al hombre a Su imagen, a la imagen de su semejanza El lo dotó de su forma, y preparó para él de su propio ser un edificio eterno. Bendito eres Tú, D-os, Creador el hombre.
  5. Que la estéril se alboroce y sea feliz en la reunión de sus hijos en su medio con júbilo. Bendito eres Tú, D-os, que alegra a Tzión con sus hijos.
  6. Concede abundante júbilo a estos amados compañeros, tal como antaño otorgaste júbilo en el el jardín del Edén a Tu ser creado. Bendito eres Tú,D-os, que alegra novio y novia.
  7. Bendito eres Tú, D-os, nuestro D-os, Rey del universo, que creó la alegría y la felicidad, el novio y la novia, el gozo, el júbilo, el alborozo y la satisfacción, el amor, el compañerismo, la armonía y la amistad. D-os nuestro D-os, que pronto se escuche en las ciudades de Iehudá y en las calles de Jerusalem el sonido de la alegría y el sonido de la felicidad, el sonido del novio y el sonido de la novia el sonido de júbilo de los novios de debajo de su jupá y de jóvenes de su jubiloso banquete. Bendito eres Tú, D-os, que alegra al novio con la novia.
Tanto la mujer como el hombre  tienen que ser Judios, solteros y ser no hijos de adulterio.
 Esto puede ser un problema serio, en caso de una mujer casada que aunque tenga el divorcio no haya recibido el Guet.

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