martes, 14 de marzo de 2017

POBRES Y EXCLUIDOS

Pobres y excluidos


Había tres grupos de marginados: 

Los excluidos o destinados a la exclusión: Ladrones, bandidos, vagabundos, criminales, suicidas, herejes y prostitutas. Referente a las prostitutas, decir que a partir del siglo XIII se va cambiando la actitud hacia este grupo habiendo más tolerancia, ya que se las va a ver como un mal necesario, y que para mantener su oficio tenían que actuar sin mentiras y dando a los pobres una parte del dinero que ganaban. 

Los despreciados. Los que se dedican a oficios deshonestos, los enfermos tullidos, impedidos y leprosos, los cuales estaban apartados totalmente de la sociedad, los pobres, las mujeres, los niños, los viejos.

Los marginados propiamente dichos. Gentes venidas a menos como los caballeros pobres, los mendigos, los locos.

Pero había muchos más:

Los proscritos; los extranjeros; los brujos; los sodomitas; los marginados por su ideología, por su forma de pensar.
Los esclavos, los cuales eran un grupo realmente fuera de la sociedad, aunque la sociedad no se diera cuenta, que no eran consideradas personas, sino una propiedad, un objeto que no tiene ningún tipo de derechos, que sus dueños tenían sobre ellos el poder absoluto disponiendo de su vida y de su muerte y se dedicaban a las tareas del campo y del hogar; y los judíos a los cuales se les culpaba de todos los males.

También los que estaban en contacto con la sangre, eran sucios, deshonestos y mal vistos, por ejemplo: los médicos, cirujanos, barberos, verdugos, parteras, carniceros…

Otros los que estaban en la suciedad y la impureza: los tintoreros, las lavanderas y los cocineros eran mal vistos.

Los pecados también eran causantes de marginalidades, por ejemplo, como: la avaricia, por lo que mercaderes y hombres de leyes también fueron un poco marginados, pero con el tiempo, a partir del siglo XIII como pasó con la prostitución, a los mercaderes e incluso a los usureros, se los justificará porque dejaban dinero.

Los juglares también eran mal vistos, pero se los justificaba también por el hecho de que cantaban a santos, es decir, canciones para bien.


La lujuria también era otro pecado que causa la marginación, ejemplo: las tabernas y taberneros. La gula también era una causante de marginación para los cocineros, porque incitaban a la gula de otras personas, y la pereza era también una causa de desprecio hacia los vagabundos.



C21 LIA
C02 TABITA

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