POBRES Y EXCLUIDOS

Los marginados durante la Edad Medieval eran muchos más y más variados de los que hay hoy en día. La población medieval decía que ellos tenían la culpa de que Dios estuviera enfadado y de que por eso les mandara epidemias y enfermedades como la peste. En definitiva, eran considerados como los males de la vida enviados por Dios.

Según el historiador, especializado en el Medievo, Jacques le Goff, había cuatro grupos de marginados:

• Los excluidos destinados a la exclusión: Ladrones, bandidos, vagabundos, criminales, suicidas, herejes y prostitutas. Referente a las prostitutas, decir que a partir del siglo XIII se va cambiando la actitud hacia ese grupo habiendo más tolerancia, ya que se las ve como un mal necesario, y que para mantener su oficio tenían que actuar sin mentiras y dando a los pobres una parte del dinero que ganaban.
• Los despreciados: Se dedicaban a oficios deshonestos, los enfermos tullidos, impedidos y leprosos; los cuales estaban apartados totalmente de la sociedad; los pobres, los viejos y los bastardos.
• Los marginados: Gentes venidas a menos como los caballeros pobres, los mendigos, los locos y los usureros.

Pero había muchos más: los proscritos; los extranjeros; las brujas; los sodomitas; los marginados por su ideología, por su forma de pensar; los esclavos, los cuales eran un grupo realmente fuera de la sociedad aunque la sociedad no se diera cuenta, no eran considerados personas sino una propiedad, un objeto que no tiene ningún tipo de derechos, que sus dueños tenían sobre ellos el poder absoluto disponiendo de su vida y de su muerte y se dedicaban a la tarea del campo y del hogar; y los judíos a los cuales se les consideraba el pueblo deicida (que dio muerte a Jesús) y se les culpaba de todos los males.

También había viejos tabúes que producían marginados, como por ejemplo, la sangre, por lo tanto, en todos los oficios en los que se este en contacto con ella eran sucios deshonestos y mal vistos, por ejemplo: los médicos, cirujanos, verdugos, barberos, parteras, etc. 

Un verdugo

Una partera

Los pecados también eran causantes de marginalidades, como por ejemplo: la avaricia, por lo que mercaderes y hombres de leyes fueron un poco marginados. Pero con el tiempo, a partir del siglo XIII, como pasó con la prostitución, a los mercaderes e incluso a los usureros se les justificará porque dejaban dinero.

Los juglares también eran mal vistos pero se les justificará también por el hecho de que canten a santos, es decir, canciones para bien.

La lujuria también era otro pecado que causaba la marginación, ejemplo: las tabernas y los taberneros.

Juglares

Taberneros

A pesar de que todas estas personas nombradas en este punto estaban situadas en el margen de la sociedad, y eran despreciadas, eran un grupo muy numeroso que ofrecía una imagen muy dinámica de la Edad Media.

C19 ABIGAÍL C23 BETSABÉ