viernes, 3 de marzo de 2017

Partes de la ciudad
Las ciudades medievales solían estar próximas a las principales vías de  comunicación, como las calzadas romanas. También solían estar donde se pudieran abastecer de las necesidades primarias (tierras para el cultivo y pastoreo, agua, bosques para madera, canteras para la piedra y minas para la sal). Estas estaban rodeadas por murallas que se ampliaban según la ciudad en sí crecía. En el centro había una plaza, alrededor de la cual se hallaban los edificios mas importantes de la ciudad, el ayuntamiento, el mercado, la lonja y la catedral. Los nobles y monarcas hicieron construir lujosos palacios en centros urbanos. Casi todo el espacio que había por aquel entonces eran viviendas con patios y huertos, también tenían hospitales escuelas, hospederías y numerosas iglesias y conventos  (edificios religiosos). La mayoría de las casas se agrupaban en barrios que reunia a toda la gente en función de su propia procedencia, su religión, que solía ser o judería o morería y también por su actividad artesanal, que basicamente eran los gremios. Las calles de estan eran estrechas, sucias, estaban mal empedradas y también la mayoría no tenían alcantarillado, lo cual era nefasto. La poca y escasa higiene urbana y la ploriferación de las pulgas y de las ratas favoreció la difusión de las enfermedades como la cólera, el tifus o las peste. Fuera de ésta crecían poco a poco los arrabales, barrios que agrupaban a gente humilde cuando ya practicamente no quedaba apenas espacio dentro de los propios muros de la ciudad. También iban surgiendo los monasterios, que lo que hacían era dar origen a unos cuantos núcleos de población en la misma ciudad en la que no quedaba hueco obviamente. También había judería que era el barrio judío y el cementerio que obviamente guardaba a los muertos


A01 Isaac


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