El emperador Chintila, empeñado en acabar con la deslealtad judaica, mandó en el año 638 reunir a todos los judíos que habitaban en Toledo en la iglesia de Santa Leocadia,fundada por Sisebuto y donde se habían reunido varios concilios de Toledo, obligándoles a realizar una profesión de fe y comprometiéndose a no abandonar la religión cristiana y renunciando al judaísmo, también les obligaban a no mantener ningún contacto con judíos. También tenían que renunciar a las costumbres judías como la circuncisión y las reglas de alimentación. El placitum impugnaba la disposición del IV Concilio, la cual defendía que las conversiones forzadas de Sisebuto fueses abandonadas.
En la iglesia de Santa Leocaida se volvió a admitir la transformación forzosa de los judíos, y se ratificaron los duros cánones referidos a los judeoconversos aceptado en el IV Conclio de Toledo. Más Chuintila aprobó la decisión con la confrirtmación del clero, de que sólo habitasen en su reino los súbditos católicos. Nada parecido se había conocido en el Imperio Romano de Occidente ni en el reino arriano de España. Ni siquiera Sisebuto había llegado tan lejos
Chindasvinto decretó una nueva ley sobre los judíos en la cual inducía a los verdaderos fieles a alejarse del peligro judaizante con el propósito de evitar el proselitismo judío, se les impuso pena de muerte a los cristianos que practicaban ritos mosaicos, especialmente la circuncisión.
A partir de Recesvinto y hasta el final del reino los judíos se enfrentaron a un constante y salvaje ataque por parte del gobierno, aunque algunos obispos y jueces no lo llevaron a cabo dentro de su esfera de acción.
Recesvinto recordó en el VII Concilio de Toledo que la única herejía sacrílega que quedaba en el reino era el judaísmo, y añadiendo que había muchos conversos que negaban la fe cristiana católica después de ser bautizados. La respuesta de los obispos fue ratificar los decretos del IV Concilio de Toledo ya que era digno que un príncipe ortodoxo gobernase a sacrílegos. Recesvinto aprobó una decena de durísimas leyes que fueron recogidas en el Código de Recesvinto obligando a los judío a privarles de sus derechos civiles y religiosos, como por ejemplo la celebración de la Pascua judía.
Para asegurarse que los cristianos no siguieran ayudando a los criptojudíos a incumplir las leyes, a cambio de dinero o de cualquier otro servicio, Recesvinto rescató a cambio de dinero una disposición del IV Concilio de Toledo para que los cristianos no siguieran ayudando a los criptojudíos. Así fue recogida en el nuevo código que promulgó, el Código de Recesvinto o Liber Iudiciorum.
Ervigio provocó una vez más la cuestión judías como el medio más rápido y eficaz de unir voluntades en torno suyo, especialmente del influyente sector eclesiástico que recargó las disposiciones establecidas en el IX Concilio de Toledo del reinado de Recesvinto y ordenó a los judeoconversos presentarse ante el obispo, sacerdote o funcionario civil del lugar donde habitaban todos los sábados y días de fiesta cristianas y judías. Concretó la peste judaica en el XII Concilio de Toledo.
Ervigio prohibió leer o poseer libros en los que se atacase la fe cristiana.
La ley más importante de Ervigio fue la que exigió la transformación forzosa de todos los judíos, a los que se daba un plazo de un año. La pena impuesta a la circuncisión fue la más fuerte ya que tanto al circuncidado como al realizador se les cortarían los genitales. También se impusieron importantes limitaciones a los judíos que quisiesen viajar, ya que en al llegaran a un lugar tendrían que presentarse ante el obispo, el sacerdote o el juez, los cuales se encargaban de que no celebrasen el Sábado judío o cualquier otra fiesta. El rey ordenó a los obispos y sacerdotes que reunieran en su iglesia a la comunidad judía y se las leyeran.
A pesar del terror judicial, los judíos continuaron practicando su religión, teniendo esclavos cristianos y concedían cargos que les otorgaban poder sobre los cristianos
Cuando Egica heredó el trono continuó la persecución de los judíos, aunque su ataque fue diferente ya que estuvo conducido a privarles de la posibilidad de ganarse la vida con la intención que proclamó ante el XVI Concilio de Toledo.
Egica al principio de su reinado recurrió a medidas pacíficas para asegurarse de que los judeoconversos no volvieran a su antigua fe y estableció una norma en la que solo los judíos no convertidos podrían comercial entre ellos Egica confiscóde todos los bienes de los judíos ,y los impuso a una esclavitud perpetua y la dispersión de sus familias, defendiendo que no solo habían vuelto a sus ritos judaicos, sino que habían organizado una conspiración con los judíos de ultramar para enfrentarse al pueblo cristiano y usurpar el trono. Este fue el castigo que se impuso a los judíos en el XVII Concilio de Toledo.
Los motivos de la persecución hacia los judíos fueron políticos y religiosos. Los reyes y los obispos no podían tolerar a la nueva religión que no era posible integrar en la nueva sociedad que deseaban conseguir. Solo un reino totalmente unido en la práctica de la fe católica sería aceptable a los ojos de Dios. La fragilidad del estado visigodo, cada vez más aparente a partir del decenio de 630, daba progresivamente mayor fuerza a esta consideración
Los reyes visigodos no codiciaban los bienes de los judíos y no se conocen revueltas encabezadas por judíos que se opusieran a la monarquía visigoda.
Aunque en el IV Concilio de Toledo criticaron la política de conversiones forzosas de Sisebuto , los obispos católicos apoyaron las leyes antijudías cada vez más brutales que les proponían los reyes.
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