Toda religión, más allá de su función espiritual, supone una instancia de
cohesión y pertinencia social que determina espacios de poder. En este plano,
se observa como ciertos credos se instalan como oficiales mientras que otros
pertenecen a la esfera de la mirada contestataria, revolucionaria, herética o
reformista. La tolerancia religiosa, la libertad de cultos, esencia
irreemplazable de las modernas sociedades democráticas, ha sido una conquista
de la humanidad. Sin embargo, la historia da cuenta de numerosas persecuciones
a creyentes de tradiciones diferentes y dentro de los contextos más diversos.
B01 ELISEO Y B23 TOBÍAS

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