ubicadas en un emplazamiento próximo a las principales vías de comunicación. Se desarrolla con la expansión agrícola en el siglo XII, y generó prosperidad económica, pero favoreció los intercambios comerciales. Estos intercambios se llevaban a cabos en los castillos o en los monasterios del feudo.
Las ciudades estaban rodeadas de murallas, que se iban ampliando a medida que la ciudad crecía. Las puertas de las murallas se cerraban por la noche pero se abre por las mañanas.
La gran mayoría de las ciudades estaban situadas cerca de un camino, mar o río importante, porque eso le hacía a ser una gran cantidad de mercaderes convirtiéndose en grandes centros económicos.
Representación de la villa medieval y fortaleza de Miranda de Ebro (1487 y 1497).
En el centro de las ciudades solían haber una plaza, donde se situaba los edificios más importantes.
Los nobles o algunos monarcas se hicieron construir lujosos palacios en los centros urbanos.
Las viviendas con patios y huertos se ocupaban la mayor parte del espacio, pero también había hospitales, escuelas, hospederías y muchos edificios religiosos. Las casas se agrupaban por barrios y que reunían la población en función de su procedencia.
Las calles eras estrechas, sucias, sin aceras y la mayoría no tenía alcantarillado. La poca higiene y la proliferación de pulgadas y las ratas favorecían las enfermedades.
Fuera de las ciudades estaban arrabales, que son barrios humildes cuando ya no quedaba espacio dentro de sus muros. Y también estaban los cementerios y monasterios.
Los nobles o algunos monarcas se hicieron construir lujosos palacios en los centros urbanos.
Las viviendas con patios y huertos se ocupaban la mayor parte del espacio, pero también había hospitales, escuelas, hospederías y muchos edificios religiosos. Las casas se agrupaban por barrios y que reunían la población en función de su procedencia.
Las calles eras estrechas, sucias, sin aceras y la mayoría no tenía alcantarillado. La poca higiene y la proliferación de pulgadas y las ratas favorecían las enfermedades.
Fuera de las ciudades estaban arrabales, que son barrios humildes cuando ya no quedaba espacio dentro de sus muros. Y también estaban los cementerios y monasterios.
Los monarcas, a los que les interesaba reducir el poder feudal, apoyaban a los burgueses por lo que les concedieron cartas de privilegio, también llamadas de franquicia o fueros, que eran unos documentos que fijaban sus libertades y los liberaban del sometimiento al señor feudal. A cambio, la ciudad pagaba unos impuestos al rey que éste utilizaba para sufragar sus luchas contra la nobleza y para aumentar sus dominios.
C06 Jonás y C26 Saúl
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