Partes de de las ciudades
Las ciudades medievales se empezaron a desarrollarse con la expansión agrícola que de empezó en el siglo VII que ocasionó prosperidad económica y esto favoreció a los intercambios comerciales que se realizaban en el centro y también en los castillos y los monasterios.
Las ciudades medievales estaban rodeadas de murallas muy altas para la protección de la ciudad, en las puertas se situaban unos señores que cobraban por el paso de mercancías y por la noches esas puertas se cerraban y por la mañana permanecían todo el día abierta hasta la noche.
Los edificios más destacados eran: la catedral, el ayuntamiento, las lonjas y los palacios.
La ciudad se dividían en barrios y cada barrio tenían su propio parroquia. Las calles eran bastante estrechas, estaban sucias, no tenían aceras a veces había pequeños huertos y la mayoría de las calles no tenían alcantarillado, dado a estas circunstancias se enfermaban por la suciedad urbana.
Había un espacio abierto la plaza del mercado los campesinos y comerciantes ponían sus tenderetes donde se realizaban: representaciones de artistas, las celebraciones festivas y los ajusticiamientos.
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