Hola, me llamo Ana y soy una de las dos esposas de mi marido Elcaná. Penina, la segunda esposa de mi marido, le daba hijos mientras que yo no podía. Aún así, Elcaná me amaba más que a Penina. En los sacrificios, siempre me entrgaba el doble de porción que a Penina. Y yo creó que por eso y otras muchas razones; Penina comenzó a odiarme e humillarme por mi esterilidad.
Llegó a un gran límite que me volví amargada y entré a un templo a orar mientras lloraba. No hablaba, solo pronunciaba mis palabras desde el corazón. Le prometí a Dios que si me daba a un varón lo convertiría en un servidor de Dios.
Y me escuchó. Lo sé porque Dios es el único que producía aquellos milagros.
Al trasladarme a las montañas de Efraím nació Samuel. Todavía no me creía que acababa de tener un hijo, y que además se convertiría en el servidor de Dios. Después de Samuel nacieron tres varones más y dos mujeres. Pero, sin lugar a duda, Samuel, era mi favorito.
C16 Ana
SIMEON DICE: EXCELENTE
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