domingo, 12 de febrero de 2017

JUDIT

Judit es mi nombre, cuyo significado es “judía” o “hebrea”. Me considero una mujer amable, agradable, seductora y comunicativa.  También sociable y con facilidad para relacionarme abiertamente.

Estuve casada con un hombre rico, llamado Mansés, quedándome después viuda. Llevaba el hábito de penitencia y ayunaba diariamente como símbolo de luto.  Recibí en herencia mucho dinero, despertando la atención de numerosos varones, pero decidí conservar en memoria a mi marido. A partir de eso me dedique a orar y ayudar a los necesitados

El general Holorfenes, mandado por Nabucodonosor, sitió la ciudad israelita de Betunia. Después de treinta y tres días sin agua ni comida la población se debilitó. Me vestí con mis mejores trajes y joyas, fui a visitar el campamento y le pedí al general quedarme algunos días, dejándome ir a rezar de madrugada a un campo vecino.

 Este se enamoró de mi belleza y organizó un gran banquete. Al terminar Holorfenes estaba tumbado sobre la mesa y ebrio. Pidiendo fortalece a Dios, cogí una espada y le corté la cabeza, librando a mi patria de la guerra que estaba al caer. Llevé como muestra la cabeza del general ante mi gente siendo recibida entre festejos y alegrías. Fue encontrado muerto al amanecer, sus generales huyeron dejando libre la ciudad. El sumo sacerdote de Jerusalén me bendijo diciendo:

"Tú eres la gloria de Jerusalén, el orgullo de Israel. Bendita seas por el Señor Omnipotente por todos los siglos"

Nunca me volví a casar y fui muy querida por mi pueblo. Mis riquezas fueron repartidas entre los pobres. Ya a la edad de cien años me despido desde mi lecho de muerte dejando una hazaña por la que siempre me recordarán.


 Este personaje posee un libro de su mismo nombre, donde se cuenta su historia, en la que gracias a su coraje y valor dio una lección de valentía, salvando así a su patria.




B20 Judit

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