EL SABBAT

El sabat

Es el séptimo día de la semana, siendo a su vez el día sagrado de la semana judía.
El sabat se ve desde el atardecer del viernes hasta la aparición de tres estrellas en la noche del sábado. Según las prescripciones de la Torá, tiene que ser celebrado en primer lugar antes que hacer cualquier trabajo. En el ethos judío, el sabat es una señal de la relación entre Yahveh y el pueblo judío. La celebración del sabat está escrita entre los Diez Mandamientos recibidos por Moisés, igual que una fiesta semanal.
Las principales costumbres del Sabat incluyen: plegarias matutinas, la lectura semanal de la Torá, Kidush y comida del día, descanso, estudio y la Tercera Comida.
El Shabat, es el día que Dios otorgó al pueblo judío, para descansar de la actividad cotidiana, y abocarse a la espiritualidad.
Antes del atardecer del viernes, todas las personas de la casa se asean en honor al Sabat. Luego, cuando llega la tarde, las mujeres encienden velas y ponen la mesa para la cena. Mientras tanto los varones, asisten al Beit Hakneset, que es el lugar de reunión de la congregación, en el cual cantarán canciones para recibir al Sabat, y recitarán alabanzas. Luego todos se saludarán, diciendo que se desean un “Shabat Shalom”, y se van a sus casas.
Al regresar, encuentran las velas encendidas, la mesa servida, y las mujeres esperando ansiosas para empezar la velada. En ese momento, cantan las estrofas de “Shalom Aleijem”, una canción que se canta para recibir a los ángeles que acompañaron a los varones hasta la casa.
Tras cantar el Shalom Aleijem se comienza el “Eshet Jail”, un himno compuesto en homenaje a la mujer virtuosa, que es comparada a la Torá.
Tras estas canciones, el anfitrión recita las palabras del Kidush, que es el homenaje de santificación del Shabat, sosteniendo una copa de vino. Al teminar toma asiento, bebe la mayoría de lo que hay en la copa, y reparte un poco de vino a cada una de las personas, para que participen del precepto.
Inmediatamente después, todos realizan la ablución de manos, y se sientan a la mesa para comer pan, dando comienzo a través de ello, a la cena del Shabat.
Se disfrutan de las delicias que hay sobre la mesa, y al acabar el primer plato, se entonan hermosas canciones que hablan del Shabat como así del deleite y la santidad de ese día. También se pronuncian comentarios sobre la sección del Pentateuco que se lee en esa semana.
A continuación, se sirve el segundo plato, se entonan más canciones y también se habla amenamente. Finalmente llega el tercer plato, si lo hay, y por último el postre.
Tras la cena, se recita la bendición final para después de comer pan, y se da por culminada la velada. En ese momento, cada uno disfruta del Shabat según el programa que elaboró. Algunos deciden estudiar en ese tiempo, otros descansar, y están aquellos que prefieren salir a caminar y disfrutar de la paz reinante en este día, sin pensar en trabajo ni otras cuestiones propias de los días hábiles. Este día es distinto a todos los demás, solo hay en él placer y espiritualidad.

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