domingo, 12 de febrero de 2017

El nombre "DÉBORA"

Mi nombre, deriva del hebreo, que significa “abeja”.
Soy una mujer de pura cabeza y poco corazón. Movediza, atenta y receptiva. Siempre voy a salvarme antes que a nada ya que así evito los problemas; porque no sé enfrentarme a ellos. Siempre necesito la aprobación de los demás. Mi autoestima es baja y necesito ser el centro de atención, si no es así pienso que todo el mundo me rechaza. Me siento herida con facilidad. No me gusta que la gente se entere de mis problemas personales.
Soy ama de Raquel y soy una profetisa y la cuarta juez; soy la única mujer. Ayudé a los israelitas para la liberación de la opresión del ejército.
Cuando los israelitas se meten en problemas, llaman a Jehová, él les contesta dándoles líderes valientes que los ayuden. La biblia nos llama jueces. Josué fue el primer juez. Pero dos de las personas que ayudaron a Israel, fuimos dos mujeres; Jael y yo. Jehová me da información sobre el futuro, y entonces, yo lo anunciaba a la gente, lo que me decía.
Me siento bajo una palma en las montañas y la gente viene hacía mí y yo les ayudo a resolver sus problemas. Un día llamé al juez Barac, y yo le conté lo que me dijo Jehová “Toma a 10.000 hombres y llévalos al monte Tabor, allí  te traeré a Sísara. Y yo te daré la victoria tanto sobre él , como sobre su ejército”. Entonces Barac me dice “voy si tu vas conmigo” Yo voy, le dije a Barac: no tendrá  honra por la victoria, porque Jehová, dará a Sísara en manos de una mujer.
Barac, baja del monte Tabor para encontrarse con los soldados de Sísara. De repente, Jehová causa una inundación y muchos enemigos se ahogaron. Sísara bajo de su carro y huyó. Más tarde Sísara llegó a la tienda de Jael. Ella lo invita a entrar, y le dio un poco de leche. Esto le da sueño, por lo que muy rápidamente se queda dormida. Entonces Jael, coge una estaca de la tienda y se la clava en la cabeza. Más tarde cuando viene Barac, Jael le muestra a Sísara muerto. Lo que yo le dije se había cumplido.
Un día, las aldeas de Israel quedaron abandonadas, habían decaído hasta que yo, me levanté, pero me levanté como madre de Israel.
B22 DÉBORA

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